Si ofendes y desprecias al pueblo, Pedro, no eres un demócrata sino un miserable. Además de un peligro: Peligro Sánchez Castejón.
Si, además, ese tipo ostenta el cargo de Presidente del Gobierno de España, el calificativo que me merece es miserable. Miserable y mil veces miserable.
Hasta ese momento, Pedro Sánchez había demostrado que su compromiso con la democracia era equivalente a un contrato indefinido a tiempo parcial: a veces, las menos, se comportaba como un demócrata; otras, las más, no. A partir de este momento, su compromiso no pasa de ser un contrato indefinido fijo discontinuo: en teoría, para la propaganda, es un demócrata, pero, en la práctica, no ejerce como tal.
Afirmar, como ha hecho, que en Madrid se han manifestado los que defienden una España uniforme y, por lo tanto, excluyente, coloca su rostro en la galería de autócratas populistas junto a Hugo Chávez, Rafael Correa, Nicolás Maduro, Evo Morales, Recep Tayyip Erdogan, Daniel Ortega, Alan García o Andrés Manuel López Obrador.
Si ofendes y desprecias al pueblo, Pedro, no eres un demócrata sino un miserable. Además de un peligro: Peligro Sánchez Castejón.
José Simón Gracia
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Vaya repaso!
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