Engaño: Falta de verdad en lo que se dice, hace, cree, piensa o discurre.
Así define la Real Academia Española el virus que propaga la progresía sanchista a través de los medios ( tanto los que controla sin pudor como los fagocitados por subvención pública) y de las redes sociales, gracias a colonias de sumisos y disciplinados helmintos que desprecian a los opositores tildándolos de incompetentes, además de fascistas y homófobos, al tiempo que replican las consignas recibidas con el fin de construir un relato que coincida con la verdad oficial. El objetivo de tal infección vírica es doble: por una parte, ocultar los evidentes retrocesos en nuestro sistema de libertades y, por otra, consolidar el régimen autocrático sanchista camuflándolo como una democracia formal.
La autocracia es un fenómeno global al que se suma España de la mano de Pedro Sánchez Castejón. En la actualidad, en el mundo se cuentan más de 90 regímenes autocráticos que afectan a un 35% de la población, unos 2,6 miles de millones de personas.
El Sanchismo cumple todos los requisitos para ser considerado una autocracia de tercera generación: 1) tiene una fachada perfectamente legal: Pedro Sánchez ha logrado el poder mediante unas elecciones democráticas; 2) es gradual: la pérdida de garantías democráticas se produce lentamente; 3) es poco probable que se revierta la deriva: pactar una ley de Amnistía con Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia, a cambio de garantizarse los siete votos de Junts per Catalunya para su investidura, certifica, además de una estafa al electorado al que aseguró que jamás lo haría por ser ilegal, que Sánchez pretende perpetuarse en el poder. Para lograrlo, necesita: 1) legitimar su régimen; 2) establecer una represión de baja intensidad y 3) persistir en el proceso de cooptación iniciado la pasada legislatura.
En España ya podemos hablar de represión de alta intensidad después de la violencia con la que se ha reprimido a los ciudadanos que se manifestaban y manifiestan en las inmediaciones de la sede nacional del PSOE en la calle Ferraz de Madrid.
La legitimación que persigue pretende conseguir la obediencia de los ciudadanos, no basándose en el adoctrinamiento ideológico típico de los comunistas sino construyendo un Muro que divida a los ciudadanos en dos bloques: el progresista, que agrupa a todos los que garantizan su investidura ( conglomerado de formaciones que van desde comunistas y antisistemas de extrema izquierda hasta la extrema derecha supremacista de Junts per Catalunya), y el fascista que incluye al Partido Popular, Vox, Ciudadanos y Unión del Pueblo Navarro. La construcción de ese Muro fue anunciada solemnemente en la sesión de investidura.
La represión de baja intensidad del régimen sanchista, pasa bastante desapercibida para la mayoría de la población, pero no por ello es menos grave. Principalmente, se manifiesta mediante la intimidación (el trabajo de los helmintos es fundamental), la negación de ciertas oportunidades de empleo o la demonización de la oposición ( Vox=ultraderecha=fascismo). Sin embargo, en España ya podemos hablar de represión de alta intensidad después de la violencia con la que se ha reprimido a los ciudadanos que se manifestaban y manifiestan en las inmediaciones de la sede nacional del PSOE en la calle Ferraz de Madrid.
La cooptación hace referencia a la capacidad de vincular actores estratégicamente relevantes (o un grupo de ellos) a la élite del régimen. En este sentido, es innegable que el régimen sanchista controla ya 25 entidades públicas de especial relevancia: Consejo de Estado, Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas, Fiscalía General del Estado, RENFE, CIS, AENA, SEPE, Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, CSIC, Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado, Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, Consejo de Transparencia y el Buen Gobierno, SEPI, Agencia EFE, INDRA, NAVANTIA, Correos, Red Eléctrica, Hipódromo de la Zarzuela, CETARSA, ENUSA, SEPIDES, MERCASA y MAYASA. Sin olvidar las dos principales organizaciones sindicales: UGT y CCOO.
Lamentablemente, lo que parecía imposible ya es una realidad: España ha transitado de la democracia a El Sanchismo, una autocracia camuflada.
José Simón Gracia
Efectivamente amigo Simón; el Sanchismo es una autocracia típica. Se ha servido de las mismas estrategias que antes hemos visto puestas en marcha en muchos países de Hispanoamérica.
ResponderEliminarNos esperan días complacidos - a este lado del muro - porque este tirano no a a frenar. Todo es el inicio de un plan por el que se pretende algo parecido a lo que hicieron las grandes potencias con la extinta Yugoslavia: atomizarnos en pequeñas naciones, irrelevantes y dependientes absolutas de esas potencias que nos marcaran un camino a seguir de acuerdo a sus planes de dominación.
De esta forma lograrían un sueño perseguido desde hace muchísimos años: acabar con la amenaza hispana en el mundo, porque Hispanoamérica, - aunque hay razones para pensar que puede haber un resurgir - está a punto de caramelo. Si lograran hacer lo mismo con nosotros respirarían tranquilos y la formación de un Gobierno Globalista, esclavizador y totalitario, estaría mucho más cerca.
Muy buen post.
Un abrazo.