Quienes no formamos parte del rebaño, sabemos que el engendro Sumar sólo pretende que sus promotores sigan viviendo del cuento como han hecho a lo largo de esta legislatura
Thomas Hobbes (1588-1679), filósofo y teórico político inglés, afirmaba: “no hay más que una sola realidad que ofrece distintas formas según su complejidad, y esa realidad está constituida por la materia y el movimiento. Las diversas agregaciones de materia con sus movimientos peculiares dan lugar a la vida, y los diversos movimientos y agregaciones de hombres dan lugar a la vida social, a la civitas”.
Quienes no formamos parte del rebaño, sabemos que el engendro Sumar solo pretende que sus promotores sigan viviendo del cuento como han hecho a lo largo de esta legislatura. Todo el despliegue de falacias que verterá en caladeros donde abundan penurias, carencias, privaciones, estrecheces, pobreza y miseria, no tiene otra finalidad que mantener al menos otros cuatro años la alianza con Pedro Sánchez que les garantiza un enriquecimiento personal y rápido, impensable de otro modo.
También, que continuarán deslegitimando la democracia española demonizando la Transición (el régimen del 78, dicen), y, con ello, a los millones de españoles que la protagonizamos, argumentando que estuvo contaminada por el franquismo. Si aceptamos un cierto peso relativo del franquismo, habría que considerar de la misma forma la influencia que tenía la URSS sobre el Partido Comunista e incluso sobre un PSOE todavía marxista en aquellos momentos. Si pesaba un dictador, Franco, también lo hacía la dictadura soviética cuyo régimen defendía Santiago Carrillo. La virtud de la Transición radicó precisamente en el hecho de que, pese a esas influencias aparentemente antagónicas pero con algunos elementos en común, los españoles logramos construir una democracia perfectamente homologable.
desconfíen los inocentes, incautos y desinformados de las promesas que la Mesías Yolanda les va a regalar durante los próximos meses
Seguirán identificando al PP, VOX y Ciudadanos con el franquismo con el objetivo de dividir la sociedad española en dos bloques: los demócratas progresistas, ellos, y los fachas de la derecha y ultraderecha, el resto. Reforzarán el relato con otra asociación: la que relaciona la corrupción con el partido popular. No seré yo quien niegue el historial de corrupción de la casa popular, pero me repugnan aquellos a quienes les sangra el corazón ante un hecho digno de censura cuando es imputable al Partido Popular, pero juegan al disimulo si los mismos se adjudican al PSOE, a los nacionalistas vascos y catalanes o a ellos mismos. Los muy hipócritas, son severos calvinistas con la derecha y jesuitas con los suyos; es decir, para los populares la hoguera, y para los ellos la comprensión pues, por obtusos y corruptos que sean, seguro que tienen rasgos positivos y alguna cualidad que permita blanquearlos.
Y mantendrán su apoyo inquebrantable a los herederos políticos de ETA, a los independentistas catalanes y a cuantos persiguen la desintegración territorial de España si sus votos son necesarios para mantenerse en el poder. Ya lo han demostrado con el indulto a los golpistas catalanes y con la derogación del delito de sedición.
Así que, desconfíen los inocentes, incautos y desinformados de las promesas que la Mesías Yolanda les va a regalar durante los próximos meses. Porque, si bien las continuas interacciones configuran las múltiples caras que conforman la realidad -como afirmaba Hobbes-, a menudo, algunas solo sirven para que nada cambie. Es el caso de Sumar: sus promotores, bajo un envoltorio de igualdad y justicia social, prometen unos cambios que únicamente persiguen el enriquecimiento personal, mientras que su sectarismo e incompetencia multiplican penurias, estrecheces y privaciones, al tiempo que secuestran nuestra libertad.
Si ellos ganan, la mayoría perdemos.
José Simón Gracia