En sólo tres años, el presidente Pedro Sánchez Castejón ha mutado de demócrata a autócrata, y el socialismo a Sanchismo, la versión española del populismo.
La democracia moderna, que parecía consolidada a principios del siglo XXI -en 2016 estaba asentada en 132 naciones-, parece amenazada en esta segunda década por el resurgir de fenómenos populistas no solo en países tercermundistas sino también en otros como Inglaterra (Brexit), EEUU (Trumpismo), España (Sanchismo), Italia, Austria ...
En estos últimos países, la involución democrática no se produce mediante un golpe de Estado perpetrado por militares sino que responden a procesos lentos que pasan desapercibidos para gran parte de la población y que van socavando y controlando instituciones clave del Estado hasta lograr el poder casi absoluto.
En España, gracias a la Transición, el populismo parecía haberse quedado relegado a pequeños grupúsculos sin representación política. Tras la grave crisis económica de 2008 (2008-2014), Pablo Iglesias Turrión fundó Podemos, una formación populista de extrema izquierda que despertó muchas simpatías entre la gente más castigada por la crisis y que se presentó a las elecciones europeas de 2014 obteniendo 5 escaños -de 54 en juego-. Poco después, en las Elecciones Generales del 20-12-2015, las listas presentadas por Podemos lograban 69 escaños en el Congreso de los Diputados. La amenaza populista era ya real. Cuatro años más tarde, en 2019, Podemos -populismo de extrema izquierda- se sentaba Consejo de Ministros. Pablo Iglesias fue nombrado vicepresidente segundo del Gobierno de España.
las migajas de las mejoras sociales son como la Aspirina: tiene buena fama, alivia, pero no cura nada.
En sólo tres años, el presidente Pedro Sánchez Castejón ha mutado de demócrata a autócrata, y el socialismo a Sanchismo, la versión española del populismo.
A pesar de ello, los ciudadanos seguimos siendo consumidores ingenuos de la política a los que resulta fácil contentar, engañar y manipular. Unas veces, con falacias desmentidas por la historia contemporánea que ha demostrado como falsa la pretendida relación, por un lado, del pensamiento conservador o de derechas con el autoritarismo y, por otro, del pensamiento de izquierdas y el anti-autoritarismo. Otras, con céntimos, cheques regalo ... y soflamas dignas de cualquier dictadura bolivariana. Y así, seguimos conformándonos con las migajas de las mejoras sociales, sin entender que son como la Aspirina: tiene buena fama, alivia, pero no cura nada.
no busquen a Franco por Sevilla o Madrid. El peligro está en el Palacio de la Moncloa. El peligro es el sanchismo.Ya conocíamos la ocupación y posterior degradación de las Instituciones que garantizan la democracia, y las cesiones de Pedro Sánchez a Oriol Junqueras, golpista y líder de ERC (indulto a los líderes golpistas, derogación del delito de Sedición y la modificación a la baja del delito de Malversación). Ayer, vivimos algo muy grave en el Congreso de Diputados, algo más que palabras ... Para los que vivimos en Cataluña, fue un déjà vu. ¿Les parece poco?
Me pregunto qué ha de ocurrir para que los ciudadanos abramos los ojos. En serio, no busquen a Franco por Sevilla o Madrid. El peligro está en el Palacio de la Moncloa. El peligro es el sanchismo.
José Simón Gracia